domingo, 21 de marzo de 2021

BREVE CRÓNICA DE UNA VACUNACIÓN COMPLICADA

Era cuestión de tiempo para que el plan nacional de vacunación mostrara sus dificultades. A pesar de lograr coordinaciones impensadas entre EPS, entes territoriales e IPS, la aplicabilidad de los lineamientos emitidos por el ministerio de salud en la práctica tiene muchas trabas, al menos en las regiones, es lo que se ha visto. El Bogocentrismo del gobierno no contaba con que las realidades del territorio ofrecieran barreras "naturales" para ejecutar el plan.


La idea de empezar por el personal más expuesto, como el talento humano en salud, y el más susceptible de morir: mayores de 80 años, tiene lógica, especialmente por la poca disponibilidad de vacunas y porque al tratarse de grupos específicos y pequeños en comparación con el resto de grupos etarios, se necesitaría aplicar menos vacunas para evitar más muertes en los mismos grupos, así lo indican los estimados de letalidad: para prevenir una muerte en mayores de 80 se necesita vacunar 75 adultos mayores, mientras que para impedir una muerte en el grupo de 17 a 50 años, hay que vacunar alrededor de 500 personas. Entendido eso y poniendo en marcha la ejecución nos encontramos con que las EPS debían proveer a las IPS vacunadoras con las bases de datos de sus afiliados para ubicarlos, agendarlos por la obligatoriedad establecida en lineamientos y poder aplicar la vacuna, situación inédita, ya que para la vacunación regular del Plan Ampliado de Inmunización -PAI- nunca se ha necesitado dicha agenda (y por lo cual Colombia es destacada con buenos resultados), y en ningún otro país del mundo el proceso tiene tantas reglas, resoluciones, decretos y circulares para empezar a vacunar contra Covid-19. Lo cierto es que dichas bases de datos expusieron ante todo el país lo que ya muchos sabíamos: las EPS no conocen a sus protegidos, no saben donde viven, no saben cómo viven, mucho menos saben localizarlos. Primer error del plan. De tal manera que así empezaron las IPS vacunadoras con esta "Carta a García": salir a buscar a alguien que no se sabe dónde está y mucho menos si existe. Las bases de datos de las EPS son pésimas, y bien lo anotaba el gobernador de Córdoba, aquí con tantas EPS liquidadas, las bases de datos "heredadas" por las que han quedado prestando servicio no son óptimas.


La realidad, al igual que la naturaleza, no es buena ni mala, es implacable, y en la Colombia de regiones, la rural y la dispersa, los planes del gobierno suenan muy bonito pero es el mismo gobierno quien los complica, y estos no se cumplen con la oportunidad que se merecen. Por otra parte, en la Colombia contributiva y la Colombia subsidiada los adultos mayores de 80 años enfrentan situaciones que se evidenciaron aún más diferentes al tratar de de acceder a la vacunación, toda vez que la gran mayoría de esta población necesita de terceros para llegar a una IPS vacunadora, de tal suerte que también hay que contar con el tiempo, el dinero y la voluntad de garantizar un desplazamiento de alguien más aparte de la persona que se quiere vacunar, ahora imaginen esta dificultad para las personas de estrato 1 y 2, casi totalmente pertenecientes al régimen subsidiado. Las IPS y los entes territoriales empezaron a notar pronto las fallas del plan: hay vacunas, hay donde ponerlas, hay quien sabe ponerlas, pero no llegaban esos mayores de 80 a quienes debían ponerlas. Empezaba a ser obvia la falla del agendamiento. Había que recomponer, las IPS y EPS empezaron campañas de recopilación y actualización de datos, los municipios y departamentos se organizaron y empezaron a exigir que las fases y etapas fueran más flexibles para poder llegar a más gente, el gobierno dijo que no, que había que atenerse al plan.


Por otra parte, se empezaron a conocer videos de errores en la administración de medicamentos, auxiliares inyectando con jeringas vacías pusieron a la gente a hablar de "carteles", se formó un escándalo nacional, afortunadamente quedó también en evidencia que error se subsanó de inmediato, no sé si por quedar grabado o por un auténtico mea culpa, lo cierto es que las autoridades deben investigar y establecer que se trate de un genuino error humano, si concluyen otra cosa distinta, estas personas y organizaciones deben responder y ser castigadas legalmente y con severidad. Este episodio fue sumando desconfianza en el proceso, aparte de la que ya venía haciendo carrera producto de la malinformación y desinformación desde el año pasado.


El proceso siguió lento, al punto de no sostener la meta inicial de 100.000 vacunas diarias, el gobierno no ha querido reconocer que el agendamiento fue una muy mala idea, sin embargo, algunos entes de control emiten declaraciones que así lo evidencian, la procuradora dijo que los mayores de 80 se podrán vacunar sin cita previa y a los pocos días el ministro autorizó que se empiece también con los mayores de 75 años, indiscutiblemente el plan A fracasó y estamos expectantes ante lo que pueda pasar con este plan B. Parece que el ritmo va a mejorar. A mi modo de ver, es una buena idea haber empezado por el grupo de mayores de 80, pero se ha debido echar mano masivamente de los grupos que asisten a programas de Promoción y Prevención de las IPS, toda vez que son personas que asisten regularmente a controles y se tienen más datos de contacto y localización.


El gobierno, preocupado por la baja cobertura, amenazó a las regiones con porcentajes inferiores al 51% de ejecución con no enviar más vacunas hasta no cumplir mejores indicadores, esto fue "de boca", claro está, así ha sido el estilo en el proceso de vacunación, emiten declaraciones pantalleras y sin sustento, olvidando que están obligados a cumplir con las segundas dosis de las personas ya vacunadas con la primera.


Montería lleva un porcentaje más que aceptable de ejecución y ha implementado una proactiva estrategia de rastreo para vacunar, creo que los resultados iniciales van a ser positivos, sin embargo veo que muchos lineamientos nacionales siguen complicando un proceso que debe ser simple.

Espero que en nuestro departamento se cumpla con decencia la administración de las dosis recibidas y logre superar los obstáculos en los municipios muy rurales y dispersos, también espero más seriedad del gobierno para con las regiones, el país no es sólo Bogotá y cada territorio tiene unas particularidades que exigen diferentes medidas para aplicar este plan nacional de vacunación.

lunes, 1 de marzo de 2021

LA PRIMERA LÍNEA

Por fin inició la vacunación contra Covid-19 en el territorio colombiano, se empieza a ver el final de la emergencia y la esperanza de superar este mal momento crece día a día.

Los países que nos llevan algún tiempo de ventaja en vacunación ya empiezan a ver disminuciones sostenidas en la presentación de casos graves y muertes, lo que nos confirma la alta eficacia de las vacunas.

En nuestro país las autoridades decidieron que los primeros a vacunar fuera todo el personal de primera línea, tanto talento humano en salud (THS) como personal de apoyo, para el monitoreo de esta decisión se contó con el portal web mivacuna, donde cada prestador de servicios realizó el proceso de inscripción de su personal priorizado.
Valga aclarar que la primera línea de respuesta a Covid-19 es un grupo amplio de trabajadores, técnicos, profesionales y especialistas. Estos desempeñan sus funciones en de forma extramural en la estrategia PRASS y en las áreas de urgencias, laboratorio, imagenología, hospitalización Covid, unidades de cuidado intensivo e intermedio y cirugía.

En algunas ciudades como Montería, el requerimiento de postulación se resolvió empezando por el personal de cuidados intensivos, me detengo aquí para explicar un poco el funcionamiento de las UCI, toda vez que han surgido malinterpretaciones y polémicas, alrededor de algunas personas priorizadas, por el desconocimiento de la actividad organizacional de estás áreas especializadas; lo primero es decir que no sólo laboran médicos en las unidades de cuidado intensivo, es indispensable el concurso de personal de servicios generales, camilleros, técnicos de imágenes, fisioterapeutas, vigilantes, técnicos de mantenimiento, ingenieros biomédicos, auxiliares de enfermería y de laboratorio, microbiólogos, virólogos, enfermeras jefe y estudiantes, que se exponen día a día, producto de su trabajo, al contacto permanente con pacientes con infección por sarscov2. Por otra parte, médicos generales, internos y residentes, intensivistas y una amplia variedad de otros especialistas intervienen ininterrumpidamente en las UCI covid. La división entre UCIs covid y no covid se hace para tratar de proteger a los pacientes críticos no covid de la exposición en un área compartida, por tal motivo, físicamente se decidió la separación de estos espacios, sin embargo el escaso personal especializado le toca moverse en ambas áreas, no hay de otra, no es un secreto que son pocos los especialistas médicos en Colombia y no se distribuyen en el territorio colombiano de forma homogénea. Todo paciente adulto o niño crítico, y los críticos por Covid-19 no son la excepción, necesitan el concurso de varias especialidades y subespecialidades médicas para manejar algunos aspectos de su condición, es así como neurólogos, infectólogos, cirujanos de tórax, internistas, cirujanos generales, neumólogos, radiólogos,  cirujanos pediatras, otorrinolaringólogos, oftalmólogos, nefrólogos, anestesiólogos, pediatras, obstetras, neurocirujanos, cardiólogos, cirujanos plásticos, gastroenterólogos y cirujanos de cabeza y cuello son requeridos para resolver diferentes patologías a lo largo de todos los momentos de atención en UCI. Para ser más específicos, los cirujanos de cuello o los ORL realizan las traqueostomías, los nefrólogos implementan las diálisis, los plásticos resuelven las úlceras y escaras, los gastroenterólogos o cirujanos generales las gastrostomías, y así cada uno para una o varias intervenciones sobre los pacientes, siempre bajo la supervisión y acompañamiento de los intensivistas que son los responsables del servicio.

Enhorabuena el inicio de la vacunación contra COVID-19 en la ciudad y me alegra sobremanera que mis colegas de primera línea estén siendo priorizados correctamente bajo los lineamientos nacionales. Montería debe seguir siendo ejemplo nacional del plan de vacunación. Personalmente, y a título particular, me preocuparé por seguir el avance del plan en la ciudad y señalar cuando note alguna irregularidad. Por lo pronto felicitaciones a las autoridades departamentales y municipales por responder ante un cronograma sorpresivamente adelantado y hacerlo responsablemente.

miércoles, 27 de enero de 2021

Comunicación de riesgos, pandemia y vacunación.

Los efectos mentales de la pandemia por Covid-19 pueden aparecer no solo por el miedo a contraer la enfermedad y a morir, sino también por las medidas que se tomen para tratar de controlar el virus. Y no me refiero solo a los efectos mentales entendidos como enfermedad.

Desde 2018 se predijo que los más preocupantes desafíos de un próximo gran brote podrían no deberse a la falta de medidas preventivas, sino al "contagio emocional", que podría erosionar la confianza en los gobiernos, instituciones y personal científico y causar trastornos económicos y sociales. Por tanto, es muy importante comprender la relación entre la comunicación de riesgos y las respuestas psicológicas, especialmente en los momentos críticos de la pandemia, en el que las emociones y los comportamientos públicos en respuesta a la pandemia son volátiles.

En este sentido, los psicólogos del Laboratorio Conjunto Internacional de Ciencias Cognitivas y del Comportamiento (iLCBC) de la Universidad Normal de Zhengzhou en China llevaron a cabo una investigación sobre la relación entre las respuestas psicológicas y la comunicación de riesgos durante la pandemia de COVID-19 para responder estas preguntas:

¿Cuál es la reacción pública ante los brotes epidémicos en fases iniciales?
¿Cómo les afecta el intercambio efectivo de información sobre riesgos en tiempo real a lo largo del tiempo?
¿Cuáles son las características de estos efectos bajo diferentes intensidades de riesgo?

Los datos se recopilaron desde hace un año con intervalo medio test-retest de 16 días, al invitar a residentes de la comunidad de dos capitales provinciales: Wuhan y Zhengzhou.

Los hallazgos del estudio mostraron que la comunicación de riesgos mitigó la susceptibilidad al contagio emocional y que esta interacción tuvo una mayor influencia en Wuhan (la más afectada).

Además, las actividades de prevención fueron predichas por la calidad de la comunicación de riesgos, lo que sugiere que los comportamientos preventivos están estrechamente vinculados a la transmisión eficiente y oportuna de información relacionada con la epidemia.
Si vamos al panorama actual, yo diría que no solo a la información sobre el virus y su patología sino relacionados también con la vacunación.

Las voces que en Colombia reclaman información concreta sobre el inicio de la vacunación tienen en parte razón, el hermetismo daña la confianza en el gobierno y el ministerio de salud y eso a la larga puede producir daño sobre la misma población, ya lo sugiere la Encuesta Pulso Social del DANE: hasta un 40% de colombianos dice que no se quiere vacunar.

Según Cass Sunstein, abogado, investigador y profesor de derecho en Harvard dedicado al estudio de la economía conductual, quizás la posibilidad remota de resultar enfermo después de aplicar una vacuna destinada prevenir una enfermedad es considerada una "traición" intolerable y esto puede llevar a la gente a rechazar dicha vacuna, de tal manera que el aceptar la vacunación puede convertirse en el próximo gran obstáculo en la pandemia.
La comunicación del riesgo en la vacunación (y del beneficio, ni más faltaba) es un aspecto importante en el que a la academia y particulares se les nota entusiastas, no así al gobierno, y aunque no tiene mucho sentido conocer detalles exactos de lógica del mercado de las vacunas, lo mínimo a saber son fechas concretas de inicio, que de no informarse se sumará esta falta de datos a la "traición" mencionada por Sunstein, a las teorías conspiranoicas y podría aumentarse el número de personas que no quieran vacunarse.

Según el Dr. Zheng Jin, director del iLCBC, "los funcionarios que intentan evitar el caos o el pánico reteniendo información son más dañinos que el público que se comporta de manera irracional en una emergencia de salud pública", lo cierto es que es de esperarse que una buena planificación signifique un flujo de información abierto y honesto, desafortunadamente no estamos viendo eso en Colombia.

La ansiedad del momento puede crear resistencia a la comunicación de riesgos, sin embargo a largo plazo un mal porcentaje de vacunación efectiva puede crear un problema aún mayor en salud pública. Es el momento que el gobierno y autoridades sanitarias den más luces sobre la realidad del programa de vacunación contra Covid-19.

 

miércoles, 9 de diciembre de 2020

Eficacia, efectividad y eficiencia de las vacunas.


En las últimas semanas se han conocido (cada lunes) comunicados de prensa que sacan las empresas farmacéuticas sobre sus propias vacunas, informan sobre sus avances, especialmente sobre los resultados parciales de sus propios estudios de eficacia; por supuesto la reacción del público es variopinta y la de los profesionales de la ciencia y la salud también. Hay de todo, por el lado del público se nota un entusiasmo en ocasiones desbordado, también se hacen notar los idiotas antivacunas con sus argumentos tontos y teorías conspiranoicas; por el lado de los profesionales se aplaude la celeridad y persistencia en el objetivo, pero también se duda y con mucha razón, sobre la falta de verificación e informes sobre la seguridad de los resultados que anuncian.

Para entender un poco más sobre lo que se ha dicho, y sobre lo que se dirá, por parte de la industria y los medios de comunicación, creo necesario que conozcamos un poco más a cerca de algunos de los hitos que se esperan de la vacuna contra Covid-19.

EFICACIA: Es el resultado o beneficio en salud proporcionado a un individuo cuando una vacuna se aplica en condiciones óptimas o ideales modeladas en laboratorio. La eficacia de una vacuna está en la capacidad biológica de otorgar inmunidad y en el período de tiempo que dure la protección frente al microorganismo objetivo. Su evaluación se realiza de forma experimental mediante ensayos clínicos controlados y ensayos comunitarios aleatorizados. El único objetivo de una vacuna es inmunizar, proteger a las personas de una enfermedad que podría enfermarlas muy gravemente o incluso matarlas. Una vacuna que no tenga la capacidad de proteger, no funciona. Así de simple.

Hay que tener presente que una buena eficacia no siempre significa una buena efectividad. Hasta ahora TODO lo que se conoce por las noticias sobre las vacunas para sarscov2 es relacionado a su eficacia.

EFECTIVIDAD: Hasta el momento NO conocemos datos de efectividad de ninguna vacuna. Efectividad se define como el resultado o beneficio en salud proporcionado por las vacunas en la población, para el caso de COVID-19: toda la población mundial, cuando son administradas en la realidad de la práctica asistencial o por campañas/programas de vacunación (condiciones reales). La efectividad depende de factores como la aceptación y un acceso fácil y factible de la población a la vacuna, los protocolos correctos de administración, que incluyen transporte y conservación, y la manipulación adecuada por el personal idóneo. La evaluación de la efectividad se realiza mediante estudios epidemiológicos observacionales y ensayos clínicos controlados, miden la protección directa conferida por la vacunación en condiciones reales. Para medir la protección indirecta hay que recurrir a ensayos comunitarios aleatorizados por grupos poblacionales o a estudios descriptivos poblacionales que evalúan el impacto de los programas de vacunación. La efectividad es cuantificable y solo es posible medirla una vez la vacuna haya superado las evaluaciones de eficacia.

<<De las cosas que se sabe de la vacuna de Pfizer/BioNTech contra el sarscov2 es que requiere transporte y almacenamiento a -70ºC, por el momento sería una vacuna complicada para manejar en algunos entornos.>>

EFICIENCIA: La eficiencia es un concepto más económico. Es la relación entre la efectividad de la vacuna y los recursos movilizados para el desarrollo del programa. Depende del precio de la vacuna y de la incidencia de la enfermedad en los grupos poblacionales. Sólo si se ha demostrado la efectividad del programa se debe evaluar su eficiencia, esto se logra con análisis de costo-efectividad y análisis de costo-beneficio, es decir, la relación entre los resultados y los costos en que se incurre para conseguirlos. Responde a la medida de las consecuencias de la vacunación desde una perspectiva económica, intentando que su rendimiento sea el máximo. Debe tener un precio razonable de tal manera que se pueda inmunizar poblaciones y esto se traduzca en un beneficio público.
 
Debemos ser sensatos, la plata no es infinita y en un país como el nuestro, y con nuestro frágil sistema de salud, este gasto que se hará para lograr vacunarnos tendrá que estar muy bien planeado y deberá ser mejor ejecutado aún.

viernes, 4 de diciembre de 2020

Inmunidad, vacunas y folclor.

 
No hay que confiarse, seguimos en medio de una pandemia que todos los días suma nuevos casos y cobra vidas, el comportamiento asincrónico de las regiones del país hace que los departamentos y municipios vivan momentos epidemiológicos muy diferentes entre sí que requieren diferentes medidas para cada uno de ellos.
Ya se empiezan a conocer informes y estudios que nos ilustran sobre el impacto que tuvo el virus en las comunidades, y es de mucha ayuda empezar a conocer, entender y cuestionar estas cifras para construir el mejor conocimiento posible.

A razón de el reciente Reporte Breve realizado desde la ciudad de Montería llamado "SARS-CoV-2 seroprevalence among adults in a tropical city of the Caribbean area, Colombia: are we much closer to herd immunity than developed countries?" y sobre algunas declaraciones y titulares en medios de comunicación, creo necesario plantear unas consideraciones para motivar mayor concienciación en el público sobre lo que significan este tipo de estudios y lo que se puede concluir de ellos.
En primera medida, noten que el título del reporte es una PREGUNTA, los autores lanzan una hipótesis y de acuerdo a sus métodos, objetivos y resultados tratarán de dar respuesta a su interrogante. Concluyen que detectaron anticuerpos contra SARSCOV-2 en el 55.3% de su muestra de 1368 habitantes de Montería, encontrando mayor prevalencia entre 20 y 60 años con 53.9%, y que se necesitan más estudios para comprender la duración de la inmunidad. Fue un trabajo realmente increíble, interesante y valioso, nos da luces sobre el comportamiento del virus en la población. Al parecer el estudio no incluyó menores de edad, que si nos basamos en el último censo del DANE en la ciudad, significa alrededor del 30% de los habitantes, y si todos somos susceptibles, es una cifra nada despreciable si queremos aducir que nos acercamos a una inmunidad de rebaño, máxime cuando los mismos autores en otro estudio sugieren que puede haber una reactividad serológica cruzada con antiguas infecciones por virus zika hasta en el 26% de las pruebas de anticuerpos positivas para SARSCOV-2, se necesitan más estudios para establecer si el hallazgo realmente significa inmunidad contra el coronavirus; otro estudio, pre-publicado en Science Direct, sobre la respuesta de las células CD4+ T a SARSCOV-2 en personas no expuestas y pacientes graves con COVID19 encontró reactividad cruzada con el coronavirus humano causante de resfriado común en la mayoría de individuos sanos, sin embargo esto no parece contribuir a la respuesta inmune a casos graves de COVID19. El informe preliminar del Estudio Nacional de Seroprevalencia conducido por el INS y Minsalud nos avisa también de algunos valores similares a Montería en Barranquilla y superiores en Leticia; las preguntas que surgen ahora son: ¿Por cuánto tiempo?, ¿Qué hacer en las zonas de baja prevalencia de estas ciudades?, ¿Cuánto ha sido el costo humano?, ¿Deben vacunarse los seropositivos?.
Ya hay voces que dicen que deben revisarse las cifras de letalidad al conocerse estos datos, pues si hay muchos más infectados es necesario recalcular, sin embargo esto no es así de sencillo. La tasa de letalidad en una población es la relación entre el número de muertes por infección por SARS-CoV-2 (numerador) y el número de personas infectadas por SARS-CoV-2 (denominador) durante un período preestablecido. Tanto el numerador como el denominador son difíciles de cuantificar. ¿Por qué es difícil cuantificar el denominador? El número de infectados con SARSCoV2 no es el número de casos confirmados de COVID19, muchas personas infectadas nunca presentan síntomas o tienen síntomas menores y nunca se les diagnostica. ¿Por qué es difícil cuantificar el numerador? El número de muertes puede ser subestimado por las muertes confirmadas de COVID19 debido a una determinación inexacta, sobreestimada por el exceso de muertes debido a los efectos indirectos de la pandemia.

Los resultados que hemos ido conociendo no son raros, han sido proyectados y validados por modelos matemáticos y esto es de gran utilidad para futuras proyecciones.
Estos mismos datos explican el porqué las curvas de Colombia a diferencia de las de algunos países europeos son más amplias en el tiempo, y el porqué Europa tiene un riesgo de una segunda ola aún mayor, puesto que aún tienen un alto número de personas susceptibles. Lógicamente en las ciudades donde haya una mayor proporción de susceptibles habrá más riesgo de infecciones y muertes en el corto plazo.
Es importante resaltar que estos resultados NO descartan nuevas olas en las ciudades, dado que aún no sabemos la duración de ese porcentaje de inmunidad reportado, además NO es prudente hablar de Inmunidad de Rebaño en el sentido estricto de la palabra porque aún no se sabe cuánto dura esa inmunidad, y porque ese valor puede ser diferente para cada lugar debido a factores como heterogeneidad del contacto, tal como lo expresó la epidemióloga Dra. Zulma Cucunubá del Imperial College of London.

Sobre las vacunas, suscribo completamente a la opinión de la Dra. Mónica Lalanda (Urgencióloga, Bioeticista, Comunicadora e ilustradora): avanzan los días y los gobiernos ya compran vacunas que aún no existen y casi están ya organizando las colas para vacunar.Mientras tanto, personas con credibilidad científica como el editor del British Journal of Medicine, Peter Doshi hace un llamado a la prudencia, y no es el único, en la revista The Lancet, cuatro investigadores veteranos reconocidos hacen un llamado de atención y cautela, lo hacen desde la experiencia de investigación en tecnología similar para la vacuna contra el SIDA. Para hacer un seguimiento de todas las vacunas que hay ahora mismo en proceso de estudio, hay transparencia en la página de www.clinicaltrials.gov, dan datos y fechas de laboratorios de finalización de fases. Parece que ninguna estaría lista antes de mayo de 2021. La vacuna de Pfizer estaría acabada en agosto del 2021 y el estudio se daría por completado en enero del 2023. Estos serían los plazos a seguir, para confirmar su seguridad, en circunstancias normales. Pero las circunstancias no son las normales. La FDA está recomendando de forma excepcional por emergencia mundial que la fase III de los estudios de seguridad de la vacuna dure dos meses tras completar vacunación (normalmente entre 1 y 3 años). Vacunar al personal sanitario de primeros puede ser tremendamente arriesgado, ya se habla de esto abiertamente. Y mucho cuidado, estos médicos alarmados NO son antivacunas!. Necesitamos esa vacuna pero la presión política y social pueden resultar en vacunas inseguras. Cruzamos los dedos esperando una buena vacuna y la sensatez de nuestras instituciones pero dejemos que la ciencia siga sus pasos, mientras hay que seguir presionando e insistiendo en aplicar e investigar otras medidas de protección.

Por otro lado, el optimismo desbordado y lo folclórico con que se toman los comunicados de prensa, han hecho que muchas personas den por hecho que esta pandemia se resolvió, sobre todo si ya se han infectado y superaron la primoinfección, sin embargo, cada vez se conocen más reportes de reinfecciones documentadas en distintas partes del mundo, son muy escasas y anecdóticas pero no se pueden ignorar; también se empiezan conocer casos de lo que se ha denominado "covid prolongado" que son cuadros clínicos sintomáticos extensos y de evolución errática, con una mortalidad importante; y por último también se conocen reportes de reactivaciones de la infección en personas dadas de alta, con el consiguiente cuadro grave del reingreso. Menciono todo esto para resaltar lo impredecible que puede resultar la acción del virus, y aunque estas formas sean una minoría, ¿estaría usted dispuesto a correr el riesgo?.

martes, 1 de diciembre de 2020

Que no SENOS olvide

Estimaciones del Centro Internacional de investigaciones sobre el cáncer estimaron que para este año el cáncer en general afectará a más de 108.000 personas, siendo el de mama el de mayor prevalencia. Del 0.5% al 1% de los casos de cáncer de mama en el mundo corresponderán a hombres.

Según el Global Cancer Observatory (GCO) uno de cada cuatro cánceres que afectan a mujeres en el caribe y Sur America es cáncer de mama.

En Colombia, es la primera causa de mortalidad por cáncer en mujeres, y corresponde al 16.8%.
La Asociación Colombiana de Mastología desarrolló el estudio ENLACE M1 dónde se encontró que el 33% de mujeres diagnosticadas tienen menos de 50 años y el 12% menos de 40 años, es una cifra importante y resalta que cada vez son más jóvenes las mujeres que sufren está enfermedad.
En nuestro país puede pasar hasta un año desde que se sospecha la enfermedad hasta que se inicia tratamiento. Según la Cuenta De Alto Costo, en 2019 tuvimos 6.814 casos nuevos y 3.704 fallecimientos. 109 casos nuevos fueron hombres.

El cáncer de mama no es otra cosa que el crecimiento no controlado de las células de la mama.

Los factores predisponentes son:
1. Predisposición genética.
2. Antecedentes familiares (madres, hermanas o tías con cáncer de mama).
3. Menarca (primera menstruación) antes de los 12 años.
4. Primer embarazo después de los 35 años.
5. Menopausia después de los 55 años.
6. Obesidad.
7. Nuliparidad (no haber tenido hijos) / Nuligestante (nunca haber estado embarazada).
8. Alto consumo de alcohol.

El cáncer de mama NO se puede prevenir, pero sus muertes SI, por lo tanto el diagnóstico y la detección temprana es la mejor forma de combatirlo.

Todas las mujeres deben realizarse el autoexamen, incluso si tienen prótesis mamarias, preferiblemente 5 días después del último día de la menstruación, si son histerectomizadas o están en la menopausia deben elegir un día de cada mes para realizarlo, si son madres que están lactando: el mismo día de cada mes después de haber lactado. Preferiblemente debe hacerse el mismo día de cada mes o uno que tenga fácil recordación (primeros o quincenas).
El autoexamen consta de dos fases: la inspección visual y la palpación de ambos senos (que además de la mama, la areola y el pezón, debe incluir la axila).
Las cirugías de aumento de senos, de reducción o de levantamiento (mastopexia) no excluyen de realizar el examen.
La clave es aprender lo que es NORMAL, de modo que puedan detectar cualquier cambio inmediatamente.

A partir de los 20 años de edad las mujeres deben hacerse el autoexamen mamario mensual y un examen clínico anual. A partir de los 50 años debe adicionarse una mamografía cada 2 años en mujeres sanas.

Asimismo, hay factores de riesgo importantes como la obesidad, el consumo de alcohol y el sedentarismo que al intervenir sobre ellos también se obtiene un beneficio sobre la incidencia de cáncer de mama y su mortalidad.

Las señales de alarma son:
* Una masa, bolita dura o piel muy gruesa.
* Hinchazón, calor, enrojecimiento u oscurecimiento.
* Cambios en el tamaño o la forma.
* Picazón, dolor, descamación de la piel o sarpullido en el pezón.
* Hundimiento del pezón o de otras partes.
* Salida de líquido o secreción por el pezón.
* Dolor reciente y persistente en cualquier parte del seno o la axila.

La mayor parte de los signos o síntomas de alarma corresponden a enfermedades de carácter benigno, pero esta diferenciación solo debe ser diagnosticada y respaldada por un médico.

Las campañas de sensibilización coinciden con picos de diagnósticos de cáncer de mama, lo que lleva a preguntarse: ¿no deberíamos hacer campañas todo el año?.

La razón por la que cada vez son más relevantes y difundidas las campañas sobre el autoexamen mamario y detección oportuna del cáncer de seno es porque verdaderamente podemos reducir los índices de mortalidad. Un cáncer de mama detectado a tiempo reduce hasta en un 25% la probabilidad de muerte.

martes, 24 de noviembre de 2020

LAS EMOCIONES DE LA SINDEMIA

Recientemente la encuesta Pulso Social del DANE, la cual busca información sobre la confianza de los consumidores; el bienestar subjetivo; sobre las redes de apoyo de los hogares y el conocimiento y acceso a las políticas nacionales y locales de apoyo a los hogares, arrojó unos resultados parciales sobre algunas emociones que pudieran relacionarse con el desempeño individual de la salud mental. El mismo DANE hace la salvedad que NO son diagnósticos de enfermedad alguna sino apreciaciones de bienestar subjetivo de los encuestados. Dicha encuesta tuvo la participación de 20.452 colombianos en 23 ciudades y se hizo en dos fases, durante los meses de julio y agosto (justamente durante el primer pico de casos y muertes) buscando diversa información en cada fase.

Llamó la atención en Montería, Santa Marta y Pasto los jefes de hogar encuestados reportaron sentimientos de preocupación y nerviosismo, muy por encima del promedio de las 20 ciudades restantes, que se estableció en 38.6%.
Se evidenció una relación muy marcada en el reporte de preocupación y nerviosismo y el porcentaje de desempleados, desocupados o sin ingresos, asimismo se nota en el reporte que ese mismo 62.2% gestionó su propia situación emocional al hablar con su familia y amigos, enfocarse en actividades que les dieran algo que hacer y realizar actividades físicas de ejercicio, sin embargo solo el 1.2% reportó búsqueda de ayuda profesional.

Las emociones indagadas fueron: preocupación o nerviosismo, cansancio, irritabilidad, soledad, tristeza, dolor de cabeza o estomacal, dificultad para dormir, sentir latidos del corazón sin haber realizado esfuerzo físico e imposibilidad de sentimientos positivos. Hay que resaltar que la aparición de estos sentimientos no es exclusiva de trastornos mentales y pueden presentarse por otras condiciones patológicas e incluso en ausencia total de enfermedad. El 39.3% no sintió ningún síntoma o emoción considerada en los últimos 7 días antes de la encuesta. La encuesta evidenció que a mayor nivel educativo, mayor reporte de cansancio o irritabilidad, y que en hogares unipersonales hubo más reportes del sentimiento de soledad, algo a todas luces obvio y que afecta la percepción del resultado por el total de las cifras.

Aquí es donde empiezo a cuestionar el papel de las EPS, encargadas del aseguramiento individual de salud, ¿Dónde está la demanda inducida?, ¿Dónde está el seguimiento y complemento de los planes de protección específicos?; Los entes territoriales protegen la salud pública comunitaria, o social si se quiere, también están en mora de disponer de intervenciones más específicas; y el Estado está en la obligación de ser claro y preciso en la manera cómo se pueden aplicar hoy por hoy las políticas públicas de salud, toda vez que la falta de conciliación entre la Ley Estatutaria del 2015, la Ley 1955 del 2019 y la resolución 205 de este año provocan una confusión nunca antes vista para la operatividad del sistema de salud, incluso se evidencia una desconexión total entre el Proyecto de Ley 010 que pretende reformar el sistema de Salud, que al ser una ley ordinaria no puede cambiar las definiciones establecidas ni el fondo de una Ley Estatutaria.

Volviendo a Pulso Social, es claro que estos resultados no son el indicador principal, ni tratan de ser guías científicas para intervenciones, sin embargo, el 53.8% de los encuestados reportaron que su estado de salud es bueno, y el 10.8% considera que es muy bueno a pesar de haber reportado algún sentimiento de connotación negativa. Ahora bien, no se trata de patologizar sentimientos, ya que en ocasiones son la respuesta natural a diversas situaciones de la vida, y en circunstancias particulares como las de una pandemia, su aparición obedece a múltiples factores, sin embargo en la gestión individual de enfermedad por todas las causas, el 40% reportó haber dejado de asistir a citas médicas especializadas u otros controles, el 9.9% interrumpió terapias médicas y 12.8% tratamientos médicos, el 6.3% incumplió cirugías programadas, el 11.1% dejó de hacerse estudios y análisis clínicos, el 22% incumplió citas odontológicas, el 3.4% incumplió esquemas de vacunación y el 13% dejó de reclamar medicamentos. Esto sin duda es un componente que incidirá en la aparición de condiciones estresantes que pueden tener influencia en la salud mental y que son de responsabilidad compartida entre asegurados y aseguradores.

La revista médica internacional The Lancet publicó en las últimas semanas un estudio sobre la incertidumbre asociada a la pandemia y el incremento del riesgo de problemas mentales, esto puso en evidencia círculo vicioso entre vulnerabilidad socioeconómica y el deterioro de la salud mental y todo lo que la salud mental puede volver vulnerable a las personas. Aquí es donde empieza a aparecer el concepto de SINDEMIA: problemas de salud sinérgicos que afectan la salud de una población en sus contextos sociales y económicos.
La Oficina de Desarrollo Humano del PNUD y la encuesta IPSOS para el Foro Económico Mundial reportó que alrededor de 88% de colombianos quieren que su vida cambie a algo diferente a lo que era antes de la pandemia, algo que tendría que ver más con inequidad, bajos índices de desarrollo humano y PIB por debajo del promedio en países de la OCDE, que con los problemas de salud que pudiera originar el coronavirus.